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Esta es la muestra de ese momento tan especial. Otros quince días después del ingreso y al no succionar y no poder alimentarme, pues había perdido ese reflejo, tuvieron que operarme por primera vez. Me colocaron una sonda gástrica para mi alimentación y así mis padres pudieron sacarme del hospital y llevarme por fin a casa. Unas horas después del alta hospitalaria mis papas me paseaban por fin por la calle. Qué bien olía todo, que luz tan maravillosa, había pasado un mes y medio metido en incubadoras, luces de día y noche, conectado a un sin fin de máquinas y sobre todo con un frio especial que

tardé en olvidar varios años. Las sábanas no raspaban, la ropa era suave y sobre todo por fin podía oler y experimentar el calor de mis padres.Unos días después y lo recuerdo bien pues hacíaun calor horrible, mis padres decidieron llevarme de vacaciones para conocernos y estar en un ambiente más relajado para nuestra recuperación.

Yo no comía nada por boca, tenía casi ya dos meses, apenas dormía y si recuerdo porque ellos así me lo han contado que no paraba de llorar durante todo el día. Pero a pesar de todo esto, ellos estaban felices, agotados pero felices de tenerme por fin con ellos, y gracias a su tesón y constancia consiguieron que me tomase los primeros 60ml de leche por boca. Los biberones eran eternos, más de una hora para lograr que me tomase esa mínima cantidad que cualquier recién nacido se tomaría en 5 minutos. Ellos no desesperaban y continuaron incluso haciendo turnos en las tomas, hasta que un día vieron recompensados sus trabajos y me tomé el biberón entero por boca.

Los dos comenzaron a llorar como cuando un niño da sus primeros pasos, se sentían orgullosos de mí y yo no podía fallarles. Después del primero vino un segundo y luego otro y otro y en menos de un mes, habíamos conseguido lo que ningún médico hubiese apostado en su vida. Yo deglutía, estas fueron las palabras que aquellos señores pronunciaron cuando lo vieron con sus propios ojos, pero aún así, no fue fácil y a Papá y a Mamá les costó mucho conseguir que por fin me retirasen aquella cosa horrible del estomago.

Un motivo para Unirnos

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